Aires del Atlántico

En este velero llamado Canarias la fuerza de empuje que lleva a buen puerto a todos sus tripulantes son los vientos alisios, los encargados de llevar las vidas de los canarios hasta donde muere el sol, allá en el horizonte, donde el mar toca el cielo bañado por los últimos rayos de nuestra estrella. Somos islas, y el agua que nos rodea nos otorga la singularidad correspondiente y es un elemento del que no podemos escapar.

En este capitulo, el mar tiene el protagonismo y las influencias del alisio en el territorio paisajístico del norte de la isla serán los encargados de otorgar todos los elementos necesarios para querer estar en ese lugar sentados frente al océano encima de las rocas negras volcánicas.

La mayor aventura somos nosotros mismos. Quiero creer en lo creíble y descubrir lo increíble. La aventura consiste, básicamente, en una mala planificación. Y, es ahí, donde la palabra improvisación mueve mi rumbo. Me gusta comunicar, y por azares del destino la vida me ha puesto una cámara entre mis manos. Pero no me gusta encasillarme en un solo fotograma y todo lo que abarque el mundo del arte tiene cabida en mi.

Amante de mi tierra, mi principal inspiración y fuente de aprendizajes. Colocando en el mapa a Canarias en cada rincón al que voy a través de sus montañas y su idiosincracia. No entiendo la vida sin mis compañeros, los animales. Sea “a pata”, en 4×4, “saltando” riscos, encuevado, en bici, en la nieve o en los cálidos volcanes, búscame ahí, te aseguro que me encontrarás.