Decenas de familias viven encerradas en sus casas desde hace décadas por miedo a las posibles represalias que acoge esta antigua ley

Desde el siglo XV azota en el norte de Albania un antigua ley islámica que permite la venganza de sangre. En Skodra, la considerada ‘capital en el norte’, se calcula que casi cerca de un setenta familias viven en un arresto domiciliario autoimpuesto debido al miedo y las amenazas.

Si bien es cierto que hoy en día hablamos ya de una ilegalidad, esta práctica llega y perdura hasta la actualidad, aunque lo hace solo en zonas determinadas del norte albanés.

La regla principal es muy sencilla: si se acaba con la vida de un familiar, esa persona tendría el derecho de hacer lo propio con un miembro de la familia agresora. Solo entonces estarán en paz. Cuando decimos cualquiera, incluimos a absolutamente todos los miembros varones… Por lo que los niños también entrarían en esta terrible ecuación.

La única salvación; permanecer en el hogar. Según esta ley este es el único lugar inviolable, lo cual responde al sentido del ‘honor’ al que abogan quienes la practican; si permaneces encerrado en tu casa durante toda tu vida por miedo, el honor de la familia afectada permanecerá intacto. Si sales, las consecuencias están escritas. 

“La sangre no queda nunca sin vengar”, las terribles reglas del Kanún

Esta es una frase sacada de forma literal de los códigos escritos por el príncipe Lek Dukagjini, quien en el siglo XV impuso esta ley en todo el territorio albanés. En realidad el Kanún acoge -o acogía- otras muchas ‘leyes’ de la vida cotidiana de las personas, leyes que abarcaban desde la propiedad, hasta la indumentaria con la que las mujeres podían salir a la calle, y bajo qué requisitos podían hacerlo. De todas ellas hoy en el Norte de Albania tan solo perdura la venganza de sangre.  Pero… ¿En qué casos concretos puede aplicarse? 

Aunque se trata de una ley enfermiza, cruel y anticuada no deja de ser curiosa su aplicación.  Desde su escritura hablamos de un código que responde al concepto del ‘honor’ en las familias, como ya hemos mencionado, de modo que cuando se falta a esa premisa es prioridad recuperarlo -con sangre, si es necesario-. Sin embargo, no a cualquier precio. El Kanún solo puede consumarse en los siguientes supuestos:

  1. La violación de una mujer de la familia
  2. El asesinato de un varón de la familia
  3. Cuando un huésped -sea o no miembro de la familia- ha sido asesinado en el hogar.

Una vez llegados a este punto, el amenazado tan solo tiene dos salidas; rogar el perdón de la familia que busca la venganza, o bien autoimponerse un arresto domiciliario hasta llegar a la muerte natural, dado que tal y como hemos explicado, el hogar sería el único lugar inviolable por parte de aquellos que pretenden cometer el homicidio. Y esto es algo que se respeta de forma inexplicablemente rigurosa. ¿Por qué? Según el Kanún de Lek Dukagjini la “La casa de un albanés solo pertence a Dios y a su huésped”. 

En este sentido, el vínculo religioso con el Islam es extremadamente importante, pero todavía lo es más el vínculo cultural. Para la gente albanesa la casa es el mayor exponente, es el hogar por el que tantos años han luchado, sin embargo, eso choca con la incredulidad de que actos tan crueles se puedan seguir cometiendo en la actualidad. De hecho, durante el régimen comunista -en su momento liderado por Enver Hoxha- se prohibió está práctica bajo pena de muerte. Las familias aseguran que durante ese tiempo el Kanún se erradicó, ya que Albania fue un estado completamente laico en el que cualquier religión o práctica relacionada estaba prohibida. Además, la ‘tierra de las águilas’ -como se conoce al país-, fue durante los años de la dictadura el país más hermético del mundo, incluso por delante de Korea del Norte. Absolutamente nadie entrar o salir de allí, de modo que el control sobre la población era total.

Una vez el comunismo cae en Albania, inexplicablemente las leyes del Kanún vuelven a aplicarse de forma relativamente frecuente. Pero, el verdadero boom se da con la crisis del 97, cuando la depresión económica albanesa hizo que en ciertas zonas las ‘guerras’ entre familias se dispararan. 

¿Una práctica en decadencia?

Parlamento albanés (foto: @akpartyenglish)

La realidad es que cada vez es más complicado encontrar delitos relacionados con esta práctica. En Skodra, la ciudad más grande del norte de Albania, todavía hay familias encerradas por delitos que cometieron sus antepasados. No obstante, la experiencia que tuvimos desde Ruteon en nuestros últimos viajes a este país es que a día de hoy esta es una ciudad tranquila, amigable y tolerante. El riesgo del Kanún no se percibe por ningún sitio concreto.

Como es obvio, el gobierno actual liderado por Edi Rama castiga como si de cualquier otro homicidio se tratase a todo aquel que haga uso de esta antigua ley. Sin embargo, cuando se comete no es fácil de identificar, ya que en muchos casos los asesinatos se producen en pequeños pueblos norteños arraigados y escondidos entre los imponentes montes de los Alpes Dináricos.  

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