Quién diría que tan solo a unos metros de una de las calas más transitadas y turísticas de toda España se escondía un tesoro con casi dos mil años de antigüedad. Cincuenta y tres monedas romanas de oro presumiblemente acuñadas en Constantinopla o Milán, tres clavos y restos de plomo que han hecho de este hallazgo uno de los más importantes de los últimos tiempos.
Según ha podido ratificar el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante (INAPH), estas monedas podrían dar mucha más información de la que tenemos sobre la caída del Imperio Romano de Occidente, dado que en algunas incluso pueden leerse todavía las inscripciones.
Y es que las monedas ya se han asociado a distintos emperadores: Valentiniano I (3 monedas), Valentiniano II (7 monedas), Todosio I (15 monedas), Arcadi (17 monedas), Honorio (10 monedas) y una última que todavía no se ha podido catalogar. Con respecto a los clavos y el plomo, desde la INAPH se presume que pudieron ser parte de un cofre.
El descubrimiento todavía adquiere una dimensión mayor tras conocerse que el tesoro en cuestión podría haberse escondido ‘intencionalmente’, ya que en ese momento el Imperio Romano comenzaba a sufrir ataques y saqueos continuados por parte del pueblo bárbaro Alano.
En ruteon.com hemos tenido el placer de hablar con Carlos Micó, integrante del Proyecto Arqueológico de la Bahía del Portitxol, y sin duda uno de los protagonistas de esta hazaña que ya ha dado la vuelta al mundo.
Tal y como él mismo nos contaba, el proyecto en un principio iba enfocado a una pequeña isla de Portitxol y su relación con los restos arqueológicos encontrados en la zona. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del equipo durante casi dos años, fueron dos buceadores aficionados quienes se encontraron esta maravilla arqueológica a tan solo cuatro metros de profundidad.
Sus nombres son Luis Lens y César Gimeno, y Mitó ha querido darle gran valor a su comportamiento: “El tesoro se encontró de forma totalmente casual. Esto es importante recalcarlo. Porque en lugar de exfoliarlo, lo que hicieron fue avisar al museo local de Xàbia,” explicaba, “y eso es importante, porque esta reliquia se ha encontrado gracias a la colaboración ciudadana”.
¿Qué ocurrirá ahora con el tesoro?

Fotografía de dos de las monedas halladas Portitxol
Una vez se hayan ultimado las tareas de inspección, datación, etc., las 53 monedas descubiertas junto a los tres clavos se trasladarán al Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco de Xàbia para que cualquiera pueda visitarlo.
Además, la Generalitat ha anunciado que invertirá 17 800 euros en una nueva campaña de prospección subacuática de la zona que dará comienzo en Octubre, ya que Portitxol es una zona especialmente rica en restos de este tipo.
Dos años después de las primeras prospecciones en la Bahía, coge cada vez más fuerza la teoría de que Xàbia podría haber sido hace casi 2 000 años un puerto romano de gran valor histórico.