El hallazgo ha sorprendido al mundo de la ciencia ya que ni los más optimistas esperaban encontrar una cantidad de especies tan alta en un ambiente tan adverso
El mayor desierto helado de todo el globo es la Antártida, y ciertas zonas siempre se habían considerado un hábitat imposible para la vida. Pero eso ha sido hasta ahora. La revista científica Current Biology ha lanzado recientemente un estudio en el que se da parte del descubrimiento de 77 nuevas especies. Un descubrimiento que adquiere todavía más valor si cabe si se tiene en cuenta que ha tenido lugar en una de las zonas más adversas del continente, en donde la luz y los recursos prácticamente son inexistente.
La Antártida está compuesta aproximadamente por 1.6 millones de km2 de hielo. En las zonas más cercanas al mar es donde históricamente siempre se ha detectado una mayor riqueza y biodiversidad. Sin embargo, este descubrimiento ha dejado sin palabras al mundo de la ciencia. Desde el año 2018, usando agua caliente, un equipo de científicos del Alfred Wegener Institute (AWI), Helmholtz Centre for Polar and Marine Research, Germany trabajaba en la apertura de dos boquetes de unos 200 metros de profundidad con el objetivo de recoger datos y entender mejor un continente del que todavía sabemos muy poco. Y los recientes hechos son prueba de ello. Cuando los encargados del estudio observaron los resultados no daban crédito, ya que hasta el momento la vida en zonas de tan escasa luz y recursos se consideraba un auténtico imposible. Uno de los autores explicaba su asombro para la revista British Anartic:
“Este descubrimiento de tanta vida viviendo en unas condiciones tan extremas es una completa sorpresa y nos recuerda cómo la vida en la Antártida marina es única y especial. Es increíble ver que hemos encontrado evidencia de la existencia de tantas especies diferentes, muchas alimentadas a base de micro-algas a pesar de que ni plantas o algas pueden vivir en este entorno. Así que la pregunta es, ¿cómo estos animales pueden vivir aquí?”
A pesar de encontrarse a cientos de km del mar, la diversidad descubierta ha sido sencillamente increíble. Incluso más que en algunas zonas cercanas al mar en las que ya se conoce una gran diversidad. Concretamente se han encontrado 77 nuevas especies, de entre las que se encuentran la Melicerita obliqua y Paralaeospira sicula (animales musgo). Tras algunos análisis microscópicos se ha demostrado que el crecimiento anual de cuatro de esas 77 especies es comparable al que se puede ver en algunos animales que habitan las aguas abiertas de la Antártida.
Otro de los factores que más ha sorprendido a los científicos ha sido el tiempo que dichas especies llevan viviendo en tales condiciones. La datación con carbono en fragmentos sin vida de algunas sitúa la existencia de estas especies a hace unos 5 800 años. Por ello, se habla de un ‘oasis’ que ha existido durante aproximadamente 6 000 años, en una de las zonas más duras del continente antártico.