Louis-Philippe Loncke, original de Bélgica, se ha propuesto completar el mítico Kungsleden sueco con una ‘pequeña’ mochila de no más de 30 kg, de los cuales tan solo 12 kg son comida.
Este hombre de mediana edad ha marcado un antes y un después en el ‘trail’ por excelencia de Suecia. Normalmente es un recorrido que se realiza con asistencia debido a sus tramos de dificultad. Pues bien, Loncke no solo lo ha hecho en solitario, sino que ha implantado un nuevo estilo.
Su idea se ha basado en usar menos comida de lo recomendable, sin que eso afecte afectase para nada a la consecución del objetivo.
Ha de tenerse en cuenta que el Kungsleden, también conocido como ‘El Camino del Rey’, es una ruta a pié que no cualquiera puede realizar. Más de 500 km con todo tipo de disciplinas de por medio (alpinismo, kayaking, trekking…)
Al fin y al cabo, como muy bien dice el gran Juan Menéndez Granados en su documental ‘Pedaladas contra el destino’ (disponible en Ruteon), “lo importante no es lo que haces, sino de qué manera lo haces”.
Y eso es algo que Loncke se ha impreso a fuego en su expedición. Un trail famoso en todo el mundo completado por cientos de atletas, siempre tiene una cara oculta reservada para aquel o aquella que sepa verla -y aprovecharla-.
Evidentemente, una acción así requiere una preparación, además de un cálculo exacto de los mínimos que exige tu cuerpo. Pero, Louis-Philippe es un explorador con gran experiencia en estos contextos. De entre sus logros destacamos la Transpirenaica sin reabastecimiento de comida, la ‘Tasmania Winter Trek’, y su expedición en el Río Marañón.

Loncke cruza uno de los lagos del Kungsladen
Antonio de la Rosa, embajador en ruteon.com y explorador, ya lo señalaba hace unas semanas en exclusiva para nuestro blog:
“Intento que la expedición sea original y simbólica. Siempre he considerado que la cuestión no está en dónde llegar, sino en cómo llegar. Hoy en día llegar a cualquier sitio es fácil. Pero, coger una embarcación a remo y llegar a la Antártida en solitario, pues ahí está la diferencia”.
Hoy en día el explorador tiene que reinventarse, y es lo que estamos empezando a ver en míticos como De La Rosa, y ahora, Louis-Philippe.

Foto de las reservas de comida de Louis Philippe
De hecho, debido a la ligereza en el peso de su mochila, el belga se permitió incluso el lujo de realizar algunos ‘mini’ tours que en un principio no pertenecían a la ruta original. Uno de tantos fue escalar Kebnekaise, la montaña más alta del país (2 100 m).
Finalmente, en 19 días de expedición Loncke perdió la friolera de diez kg.