Han pasado dos décadas desde que el Instituto Arqueológico Alemán liderado por el doctor Heiko Prümer, uniese fuerzas con la doctor Carla Jaimes Betancourt de la Universidad de Bonn para realizar una investigación en el pueblo norteño de Casarabe (Bolivia), en donde ubicaron dos montículos que escondían historia a rebosar.
Concretamente, dichos montículos se encontraban en lo que hoy conocemos como Llano de Mojos, una llanura localizada en el norte de Bolivia y en la región suroeste de la selva amazónica. Esta llanura se inunda con facilidad, lo cual siempre ha dificultado la posibilidad de albergar asentamientos previos a la invasión hispánica. Sin embargo, sus canales conducen al interior de la sabana, factor clave para que las investigaciones siguieran su curso:
“Esto indicaba un asentamiento relativamente denso en la época prehispánica. Nuestro objetivo era llevar a cabo una investigación básica y rastrear los asentamientos y la vida allí”, explicaba Heiko Prümers.
Finalmente, Prümers y Jaimes llegaron a la conclusión de que dichos montículos eran en realidad muñones de pirámides erosionados y algunos edificios de plataforma. En primer lugar se desvelaron grandes terrazas, zanjas y algunos canales, pero debido a la abundante vegetación que rodea a estos yacimientos, ambas autoridades recurrieron a la conocida como tecnología LIDAR.
Tecnología de detección por láser

Mapa que muestra los dos asentamientos hallados
Se trata en este caso de una tecnología de detección por láser (Light Detection and Ranging), aplicada por primera vez en la región amazónica. Una tecnología que envía alrededor de 1’5 millones de pulsos láser por segundo. Gracias a ello es posible eliminar la vegetación que se encuentra en la superficie y realizar una construcción en 3D de lo que se esconde detrás. En este caso; las grandes ciudades prehispánicas.
Tras realizar las evaluaciones pertinentes junto al Profesor Dr. José Iriarte y Mark Robinson de la Universidad de Exeter, así como un mapeo de casi 200 km cuadrados, se descubrieron en la localidad de Casarabe dos asentamientos del tamaño de la ciudad de Bonn.
Y aunque no puede asegurarse con exactitud el número de personas que pudo estar viviendo allí, el doctor Prümers quiso enaltecer al máximo la importancia del descubrimiento, pues tal y com él mismo explicaba, por primera vez podemos referirnos al ‘primer urbanismo prehispánico confirmado en la Amazonia’. Y no es para menos, ya que estamos frente al mayor asentamiento Casarabe conocido hasta la fecha.
El descubrimiento es histórico, sin embargo, los autores del estudio hablan simplemente del ‘inicio’ de un hito que todavía tiene mucho que contar, dado que el objetivo es conocer cómo operaban estos grandes centros regionales.