A veces las situaciones más críticas aparecen de la forma más inesperada. Y eso es precisamente lo que le ocurrió a Ann Rodgers.

Esta mujer de 72 años de edad anduvo perdida junto a su perro durante 9 días en el basto desierto de Arizona. Sin comida, ni bebida Rodgers puso en funcionamiento su instinto de supervivencia más innato hasta que ambos fueron rescatados por las autoridades.

Ya hace cinco años de esta gesta que fue portada en todos los periódicos norteamericanos. Una mujer jubildada, junto a su pequeño perro, se fueron de camino Phoenix para visitar a sus nietos. Pero, el viaje se convirtió en un auténtico viacrucis cuando la anciana se perdió en medio del desierto del estado de Arizona.

Según ella misma contaba, se salió de la carretera en búsqueda de una gasolinera. Cuando quiso darse cuenta, su coche perdió el poco combustible que le quedaba y la carretera principal era ya un espejismo. 

Dispuesta a buscar una solución, Rodgers vagó junto a su cánido durante un día y medio para encontrar un lugar con cobertura y pedir ayuda. Pero, un desierto, esté donde esté localizado, puede convertirse en la peor de las pesadillas para cualquier ser humano.

Además, la zona en la que Rodgers se perdió, es una de las pocas en las que no hay absolutamente nada de cobertura móvil.

Tras horas y horas de largas caminatas y empinadas cuestas, esta superviviente ‘accidental’ optó por abandonar su coche para comenzar un largo periplo a pie en busca de civilización.

¿Cómo pudo sobre vivir durante tanto tiempo sin previsiones?

Dicen que en situaciones extremas, la especie humana es capaz de sacar lo mejor de sí misma. Puede ser el caso, aunque Ann Rodgers no solo aplicó el instinto, sino también la inteligencia.

Dadas las circunstancias, muchos expertos catalogaban de ‘estadísitcamente anormal’ la posibilidad de que la mujer y su compañero de viaje sobreviviesen. No obstante, esto no fue una casualidad.

Sus métodos de supervivencia fueron prudentes y bien medidos en el tiempo. Durante los nueve días de recorrido, se alimentó de las plantas comestibles que encontraba en el escaso suelo fértil y bebió del agua que hallaba en estanques. Lo mismo hizo su perra: “Comía plantas del desierto. Mi perro también, se sumergió en el trébol y encontró todos los lugares que eran el camino más fácil para mí. Ella fue mi brújula en ese viaje “, explicaba Rodgers.

Perra de Ann Rodgers justo antes del incidente

Cuando las fuerzas comenzaron a fallar, buscó rocas y restos de animales fallecidos para formar la palabra ‘Help’ (Ayuda) en grandes dimensiones. Además, junto a esta llamada de auxilio también quiso dejar una nota que impresionó a aquellos que la encontraron más tarde.

Y aunque Rodgers aplicó con inteligencia los fundamentos de la supervivencia, las cosas hubiesen sido mucho más sencillas con dos o tres piezas básicas que no pueden fallar en este tipo de viajes. En ruteon siempre os recomendaremos que toméis todas las precauciones, y que lo hagáis con material de calidad.

Un rescate ‘milagroso’ en el desierto más extenso de Arizona

El desierto del condado de Gila (Arizona) es el más grande de todo el estado de Arizona con casi un millón y medio de hectáreas. Sin duda este fue un factor que le complicó mucho las cosas al equipo de rescate.

Pero, a su extensión, hay que sumarle los drásticos cambios de temperatura que suelen darse en los desiertos. Normalmente, se pueden alcanzar los 40 ºC durante el día, y acabar bajo cero a lo largo de la noche. 

Debido a este tipo de inclemencias, Cody Lundin, instructor de supervivencia entrevistado por el periódico local Azcentral, tildó de ‘milagro’ lo ocurrido y habló del mérito que tenía lo que había conseguido Rodgers: “Arizona puede ser un estado brutal en el que mantenerse vivo, porque tenemos montaña y desierto, y de todo entre medias”.

«Si esto ocurre en otra época del año, no hubiese salido viva del desierto»

Cody Lundin

La palabra help escrita con palos y huesos de animales fue clave en la interminable búsqueda de los helicópteros. Cuando llegaron al lugar de los hechos, la nota que Rodgers había dejado rezaba: 

‘Hemos estado sin comida durante tres días, así que marcho hacia el sud para encontrar un rancho en el que puedan abastecerme’.

Horas más tarde, siguiendo la pista que la anciana dejó de forma brillante, el equipo de rescate en Arizona pudo encontrarla y trasladarla a un hospital.

La mujer no estuvo ingresada ni si quiera un día entero. Tras reconocer que su estado era bueno, Rodgers pudo volver a casa sana y salva, y con una historia más que contar a sus nietos en Phoenix.

   Productos supervivencia Jeo Tec – 100 % hecho en España-   Amazon.

Pin It on Pinterest

Share This