A Rosie Stancer su ‘estatus’ de nobleza en una de las casas reales más longevas del mundo, no le ha pasado factura a la hora de perseguir sus inquietudes. Inquietudes que quizás en un contexto como el suyo no son ‘apropiadas’.
Pero, ella es el ejemplo de lucha y perseverancia por unas creencias. Sí, Stancer es sobrina de la Reina Isabel, pero eso da igual, porque esta es ya la sexta expedición de renombre que se dispone a completar. Poco a poco, ha pasado de ser una miembro más de la casa real británica, a ser reconocida como una de las aventureras más importantes de toda la isla británica, y posiblemente del mundo.
En este caso, se encuentra en pleno recorrido a través del desierto de Aralkum (Uzbequistán). A sus 61 años intenta completar más de 600 km a pié, con temperaturas que alcanzarán los 40 grados, y haciendo frente a condiciones climáticas adversas protagonizadas por las famosas tormentas de arena. Lo hace junto a su compañera de confianza, Pom Oliver. Quien también le acompañó en varias expediciones polares.
Si consiguen finalizar su cometido, ambas se convertirán en las primeras personas de la historia en atravesar el desierto ‘más joven del planeta’.
Aralkum, un desierto en pañales

Evolución del Mar Aral desde los años 60
El desierto de Aralkum, como hemos comentado, es muy reciente. En 1960 su aspecto era bastante diferente. Y aunque inicialmente cubría unos 68 000 km cuadrados, tras la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos taponaron los dos únicos ríos que desembocaban en el Mar Aral: el Amu Dayra y el Syr Dayra. La injerencia del ser humano, unido a unas condiciones ya de por sí hostiles han hecho de este mar un desierto prácticamente inhóspito.
La idea del soviet era convertir el terreno en un ‘mar de algodón’. Una planta que puede sobrevivir bajo circunstancias de sequedad extrema.
Sin embargo, el equipo ha asumido con humildad su nueva aventura: “No hay nada de heroico en ser las primeras en cruzar un desierto”, explican, “nadie lo ha hecho antes porque simplemente estaba bajo el agua”.
Rosie Stancer, una aventurera de gran reputación

Rosie Stancer posa junto a unas ‘fans’
Aunque esta es la primera vez que la británica inicia una expedición en desierto, Stancer ya se había ganado el respeto del mundo de la aventura desde hace muchos años.
A día de hoy ha completado cinco expediciones polares. De hecho, en su aventura en solitario en el Polo Norte (2007), tuvo que amputarse a sangre fría, sola y sin ninguna ayuda dos de los dedos de su pié, debido a una congelación.