A sus 90 años esta aventurera de pura cepa nos ha dejado en el que será su último viaje… Murphy es original de Irlanda, y tal y como relata en alguno de sus escritos, desde bien pequeña siempre había sentido la llamada de lo incierto y desconocido:
“Para mi décimo cumpleaños mis padres me regalaron una bicicleta de segunda mano y Pappa (su abuelo) me envió un atlas de segunda mano. Ya era una ciclista entusiasta, aunque nunca antes había tenido una, y poco después de mi cumpleaños decidí ir en bicicleta a la India algún día. Nunca he olvidado el lugar exacto, en una colina empinada cerca de Lismore es donde tomé la decisión. A mitad de camino me miré las piernas con bastante orgullo, empujando lentamente los pedales y pensé: «Si sigo haciendo esto durante el tiempo suficiente, podría llegar a la India».
Así pues, unas décadas después (1963), esa pequeña niña que se propuso llegar algún día a la India decidió comenzar un viaje que pasaría a la historia, pues se convirtió en la primera y única mujer hasta el momento en recorrer casi 8000 km desde la localidad británica de Dunkerke, hasta la capital india; Delhi, en bicicleta.
Murphy relató su expedición en el libro Full Tilt, en donde explicaba algunos de los problemas por los que tuvo que pasar hasta llegar a su objetivo. En un momento en el que la sociedad todavía enmarcaba a la mujer en un papel limitado a las paredes de la casa, esta intrépida aventurera se armó de valentía cruzando países en los que las mujeres ni si quiera tenían permitido salir solas a la calle. Sin embargo, ella viajaba sin lujos y sin demasiados recursos dependiendo única y exclusivamente de la hospitalidad de aquellos que se cruzaban en su camino. En su gesta fue atacada por lobos en la antigua Yugoslavia, soldados constantemente amenazaban con matarla en Etiopía, y además sufrió varios robos en Siberia.
Las aventuras de Dervla Murphy

Dervla Murphy posa con su bicicleta en Barcelona
Las historias que esta aventurera y escritora ha podido relatar son infinitas, pero además, los factores invitaban a que las anécdotas y experiencias se convirtieran en algo incluso más épico.
Murphy cruzó Europa durante uno de los inviernos más duros que se recuerdan hasta la fecha en el viejo continente, en Irán adquirió un arma para protegerse de los incesantes intentos de robo que sufrió, y tal y como explicó en su libro, en Irán usó ‘tácticas inexplicables’ para huir repetidas veces de un violador. Y pese a que en Afganistán fue donde su vida corrió un riesgo real después de que un rifle alcanzara en sus costillas, ella siempre asegura que este fue uno de sus países favoritos. Un lugar en donde los paisajes son increíbles y la gente es ‘encantadora’.
Hoy, casi sesenta años después, Murphy deja un legado inigualable que incluso el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins quiso reconocer durante la ceremonia de despedida: “Su contribución a la escritura y a los viajes tenía un afán inquebrantable hacia el reconocimiento de los valores de la experiencia humana en toda su diversidad.”