El descubrimiento ha tenido lugar en los desiertos de Nueva Gales del Sur (Australia)
En Ruteon estamos ya cogiendo costumbre de contar los descubrimientos por puras casualidades. Esta misma semana, un granjero australiano ha encontrado en uno de sus paseos entre los pastizales que regenta una marca con forma de araña bastante peculiar. En realidad, el hombre de mediana edad estaba frente a un fósil increíblemente bien conservado de un Migalomorfo, un suborden de la familia de la arañas que corresponde solo a aquellas que tienen un cuerpo pesado. Para que se entienda, ha hallado un fósil en gran estado de las tarántulas del Mioceno, es decir, tarántulas con más de 11 millones de años de antigüedad.
Se trata de un descubrimiento de una importancia enorme, ya que gracias al análisis de estos fósiles se ha podido confirmar que lo que ahora es un desierto en Nueva Gales, hace millones de años era un ecosistema mésico lluvioso, o lo que es lo mismo, un bosque lluvioso con un gran lago en su interior:
“Es un punto de fósiles extramadamente importante. Tiene todo lo que deseabamos encontrar, fósiles excepcionarmente bien conservados de una época de la que no sabemos mucho. El Mioceno fue el punto del tiempo en donde la mayoría de ecosistemas australianos modernos se formaron, de forma que este fósil podría explicar los orígenes de Australia”, explicaba Matthew McCurry, paleontólogo y co-autor del estudio.

Fotografía de un pastizal de Nueva Gales del Sur
El evento no es cualquier cosa, tal y como dice McCurry el fósil ‘podría explicar los orígenes de Australia’. Hasta ahora se conocía que la reducción de las lluvias durante el Mioceno dio lugar a una contracción muy fuerte de los ecosistemas tropicales de todo el mundo. Un cambio que afectó especialmente a Australia. Durante aquellos tiempos, el terreno se cubría de bosques y selvas húmedas que ahora no son más que desiertos, matorrales y pastizales, pero la falta de fósiles bien conservados había dificultado mucho el estudio de esos antiguos bosques antes de la aridificación.
En las siete excavaciones que se han producido hasta ahora, no solo se ha encontrado el fósil de la tarántula, también se han hallado restos de plantas, insectos y algunos animales vertebrados mostrando así evidencia de interacción entre especies de entre las que se incluyen la depredación, el parasitismo y la polinización.
El estudio ha sido lanzado por la revista Science Advances y está disponible al completo en su propia web.