El aventurero francés Sylvain Tesson ha visto su trayectoria reconocida por Sociedad Geográfica Española con el Premio Internacional en XXIII edición de sus premios.
Sylvain Tesson, nacido en París en 1972, se ha convertido, por méritos propios, en toda una referencia en lo que a la geografía se refiere, y basándose en ella ha edificado su otra faceta, la de explorador. Sin embargo, no está claro qué motivó qué, si la geografía a la aventura o viceversa.
Lo cierto es que sus andanzas comenzaron muy pronto, con apenas 20 años, y quizá a raíz de aquellas primeras expediciones como joven adulto brotó el amor por la geografía. Y de la unión de ambas nació su otro don, la literatura de viajes.
El 10 de marzo de 2023, en la gala de la entrega de premios de Sociedad Geográfica Española, en su XXIII edición, Tesson vio reconocida su trayectoria con la entrega del Premio Internacional SGE 2021-22, el cual le fue entregado en persona por Juan Ignacio Entrecanales, Presidente de la Sociedad.
Su discurso de agradecimiento no expresaba sino emoción sincera, y fue como sigue:
Estimados amigos de la SGE,
Cuando aprendí español, mi profesor me prohibió usar palabras con sufijos en “ción”. Son las mismas en francés y en español. Prohibición de usar expresiones en “ción” que ilusionan en la manifestación de locuciones de la expresión. Continuaré en francés si me lo permiten.
Es una gran alegría ver que estamos reunidos aquí bajo la égida de una disciplina magnífica, vital para el hombre, enseñada demasiado rápidamente y olvidada rápidamente: la Geografía. El hombre siempre defiende su parroquia. Glorifica la Historia, descuida la Geografía. Sin embargo, es el vestido del mundo, como la piel del hombre. Todos nosotros aquí le debemos algo. Es una ciencia que nos enseña a leer el mundo. Por lo tanto, a amarlo. España ha servido mucho a esta disciplina. Ofreció a Europa, en el siglo XV, la oportunidad de escapar de su propia geografía descubriendo el mundo. Cuando ampliamos la geografía, ampliamos la historia. Cuando viajamos, escapamos de nosotros mismos.
Entre las muchas disciplinas de la geografía, una me gusta más que las demás: la geografía física. Estudiando las estructuras, los sustratos, los relieves, las tectónicas y las morfologías de la Tierra, se corre menos riesgo de encontrar lo humano. Abordamos otros reinos. Un verdadero viaje comienza. Luego es el momento de volver al hombre, pasando por el arte que imita la naturaleza.
La geografía recuerda a nuestros tiempos modernos que el hombre vive en la Tierra. Viene del suelo, respira aire, bebe agua, vive bajo el sol. Es un ser de carne. Los hombres religiosos dicen que es de arcilla. No es solo una criatura abstracta, un avatar técnico, una creación auto-pensada. Sin embargo, nuestra modernidad nos convierte en tristes lacayos de las máquinas. Olvidados de lo que nos une a la Tierra. La Geo nos trae de vuelta. “Mira de dónde vienes, bajo qué cielo vives, de qué madera te calientas, de qué fuente bebes agua, si quieres saber hacia dónde te diriges”.
Nuestra modernidad hace la guerra a lo real. Masacra la naturaleza. Nos hace creer que la salvación está en la Tecnología. La Inteligencia Artificial no necesita ser de algún lugar. En eso, es un monstruo. No quiero confiar mi futuro a un monstruo. La geografía nos recuerda esa antigua ley: solo existe lo real. Es una alegría recibir este premio. Lo ofrezco a los kilómetros que he recorrido, a los vientos que me han empujado, a las fuentes y las paredes, a las noches que he pasado en los bosques, a los mapas que he contemplado, a los cabos que he seguido. He pedido mucho a la geografía.
Después de estudiarla, he realizado largas travesías continentales para pedirle a los paisajes que me distraigan. Le pedí a la vida en los bosques, en una cabaña de Siberia, que frenara la fuga del tiempo. Le pedí al alpinismo que me sumergiera en la belleza del mundo blanco. Le pedí a la navegación en los mares griegos y celtas que me hiciera comprender que lo maravilloso no es una promesa. Está ahí, delante de nuestros ojos, siempre que sepamos verlo, es decir, mirarlo. Así que la medición y el estudio del mundo han sido la gran escuela de mi vida. Prefiero la geografía a la historia. Porque sin la primera, la segunda es solo fantasía. Pero sin la segunda, la primera sigue siendo pura belleza. El geógrafo es antes que nada un medidor (un geómetra se habría dicho bajo el pórtico) y el movimiento es la herramienta del geógrafo. Sé que esta medalla es también la recompensa del viaje. El movimiento lo cura todo. Resuelve los problemas. ¡Cuando todo va mal, vete! ¡Pregúntale a Cervantes! Pregúntale a Carlos V, quien estructuró el Imperio moviéndose constantemente. El movimiento es la cortesía del hombre hacia la geografía.
Sylvain Tesson

Sylvain Tesson, Premio Internacional SGE 2021-2022, recoge el galardón de manos de Juan Ignacio Entrecanales, Presidente de la SGE -PREMIOS SGE 2021-2022MADRID_ 2023